Children and exercise for treatment/ prevention of obesity o niños y el ejercicio para el tratamiento / prevención de la obesidad.
Actividades recomendables
- Actividades aeróbicas que aumenten la resistencia: como por ejemplo deportes de equipo, la natación, el tenis, la bicicleta o el patinaje.
- Actividades que mejoren globalmente la fuerza muscular: no supone la utilización de pesas, aunque durante la adolescencia se pueden diseñar programas específicos que potencien esta cualidad física. Algunos buenos ejemplos de actividades que requieren autocargas (el propio peso corporal) como aquellos juegos incluyen saltos, la escalada en rocódromos, o la gimnasia deportiva, las artes marciales, etc.
- Actividades que mejoren la flexibilidad: es un componente vital de la forma física de los niños. Y precisamente a estas edades es cuando el grado de flexibilidad es mayor y por tanto hay que potenciarlo para llegar a su máxima capacidad. Por ello, hay que insistir mucho en los ejercicios de estiramiento durante el calentamiento, y especialmente cuando se vayan a realizar ejercicios de elevada intensidad.
El niño debe practicar...
- Hasta los 8 años: juegos, ejercicios de psicomotricidad, ejercicios de coordinación y equilibrio, ejercicios de sentido del ritmo y del espacio.
- Desde los 8 a los 12 años: ejercicios que contribuyan al crecimiento y desarrollo general, aumentando las actividades diarias, y desarrollando las principales cualidades físicas (resistencia, fuerza y flexibilidad). Este periodo es muy bueno para aprender la técnica de los distintos deportes.
- Entre los 12 y 14 años: aumentar el entrenamiento de la técnica de cada movimiento deportivo y comenzar algún tipo de competición que mantenga la motivación a través del juego.
- A partir de los 14 años se debe comenzar el entrenamiento.
El papel de los padres
- Aunque los niños suelen ser activos por sí mismos, los padres tienen una importante responsabilidad.
- Reducir el número de horas de actividades sedentarias, como son la TV, el ordenador, y los videojuegos.
- Los padres deben tratar de ser modelos de hábitos de vida saludables para sus hijos, llevando en este sentido una vida suficientemente activa en la que se incluyan actividades de ocio activo. Por último, es importante que las actividades que se propongan sean divertidas, ya que es determinante para la adherencia a las nuevas actividades físicas en los niños.
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