Tienes que perder peso pero no dispones de mucho tiempo. Comienza con un mínimo de 40 minutos de ejercicio cardiovascular intenso por día, junto con dos o tres rutinas de fuerza para ver resultados rápido. Si bien puedes perder mucho peso en una semana sin peligro (la mayor parte del peso será agua), algunos consejos y trucos pueden ayudarte a maximizar tu pérdida.
Fibra
Además de ejercitarte y eliminar los alimentos ricos en calorías, agrega fibras a tu dieta. Las fibras vienen en muchas formas, como suplementos tales como la cáscara de psyllium en polvo o cápsulas. El grano entero, las bayas y las manzanas son elementos con alto contenido de fibras. La fibra llena tu estómago rápidamente, y es de lenta digestión. Esto te deja una sensación de saciedad que dura por horas.
Proteínas
Además de incrementar tu consumo de fibras, haz lo mismo con las proteínas. Las proteínas son otro tipo de alimento de lenta digestión y te deja una sensación de saciedad más larga. Aparte, te ayuda a desarrollar músculos, que queman más calorías que las grasas. Incrementando tu masa muscular, perderás peso incluso si tu ingesta y gasto de calorías permanece igual. Los alimentos con proteínas incluyen el pollo magro (sin piel), las arvejas y la leche (incluyendo la leche de soja y de nuez).
Agua
Un ingrediente secreto para perder peso es tan común que la gente no piensa en él: el agua. El agua ocupa lugar en tu estómago al igual que las fibras y las proteínas, y ayuda en la digestión. Incrementa tu consumo de agua hasta 64 onzas (1,81 kg). Esto puede incluir agua sola o con sabor, té sin calorías, o sopas de caldo. Las naranjas, los melones son alimentos con un alto contenido de agua; come un poco de estas frutas en cada comida. Irónicamente, tomar más agua ayuda a tu ccuerpo a perder peso de líquidos retenidos, ya que el cuerpo puede eliminar el agua en exceso cuando agrega más.
Sal
Muchas veces, la gente come mucha sal sin saberlo. Le agregan sale de mesa a los elementos envasados que ya tienen un alto contenido de sal. El exceso de sal puede forzar a tu cuerpo a retener el exceso de agua, absorbiéndola como si fuera una esponja. Esto puede hincharte y hacerte sentir pesado. Disminuye tu consumo de sal tanto como puedas y mantente alerta de las fuentes de sal ocultas como las sopas enlatadas, los condimentos y las papas fritas.
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